Célebre por su enfrentamiento con el Afrika Korps de Erwin Rommel, el general británico Bernard L. Montgomery lograría vencer al “Zorro del Desierto” y expulsar a las fuerzas del Eje del teatro africano. Su creciente relevancia en el mando y la planificación de las operaciones aliadas llevarían a que los servicios de inteligencia le asignaran un doble, encargado de engañar a los agentes alemanes y así aumentar las probabilidades de éxito del desembarco de Normandía.
Veterano de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), en la que resultó herido de gravedad en el pecho por el disparo de un francotirador, en el período de entreguerras Montgomery tomaría parte en varias misiones en Irlanda, el Rin, Palestina e India. Ascendido a general en los años previos a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), participaría en la campaña de Francia de 1940 con la Fuerza Expedicionaria Británica (BEF), debiendo abandonar el país en la evacuación de Dunkerque.
En agosto de 1942 sería designado como comandante del VIII Ejército, formación que se hallaba estacionada en el norte de África. El general británico encontraría al frente de las fuerzas enemigas al mariscal Erwin Rommel, a la par temido como respetado, conocido por el sobrenombre del “Zorro del Desierto”. Rommel era un adversario sobre el que, pese a la inferioridad en hombres y equipo del Afrika Korps, los predecesores de Montgomery no habían logrado infligir una victoria concluyente.


El choque decisivo se produciría en las dunas del desierto egipcio, donde las fuerzas del Eje serían derrotadas en la batalla de El Alamein de finales de 1942. Esta victoria de Montgomery no solo catapultaría su nombre a la fama, sino que obligaría a las exhaustas y diezmadas fuerzas de Rommel a replegarse. Forzadas a una progresiva retirada, las últimas unidades alemanas en África capitularían en mayo de 1943 en Túnez.
Pocos meses más adelante, Monty participaría en la invasión de Sicilia y las posteriores campañas de liberación de Italia, potencia aliada de Alemania. Pese a que las fuerzas soviéticas mantenían a la defensiva a la Wehrmacht en el frente oriental, con cada vez una mayor inclinación de la balanza en favor del Ejército Rojo, además de haber forzado la defección italiana abandonando el Eje, los estrategas alemanes esperaban que todavía debía producirse un gran asalto aliado que abriera un nuevo frente en Europa. Sus sospechas no eran infundadas, en cuanto dicho compromiso inter-aliado fue confirmado en la Conferencia de Teherán de finales de 1943.
La Operación Overlord, nombre en clave de la campaña de desembarco, se produciría en las playas de Normandía, región costera de Francia situada frente al Canal de la Mancha. La fecha fijada sería en mayo de 1944, aunque debido a inclemencias meteorológicas debería posponerse a junio a pocos días de su ejecución .
En el marco de la operación a Montgomery se le encomendaría desempeñar una misión decisiva, de la que no solo dependía el éxito de la invasión, sino el curso de la guerra: dirigir las fuerzas aliadas terrestres participantes en el Día D. Además de ello, desempeñaría un papel crucial para desviar la atención del mando alemán. Para ser más precisos, el engaño sería interpretado por su doble.

La película Cinco tumbas al Cairo, estrenada en mayo de 1943 y ambientada en la reciente campaña del norte de África, pondría a funcionar la mente de un despabilado oficial de inteligencia británico. Lo que llamaría su atención sería Miles Mander, quien interpretaba en el filme a un coronel del ejército y que, casualmente, guardaba un notable parecido con Monty. Presumiendo los alemanes que Montgomery jugaría una parte fundamental en la invasión, si se pudiera conseguir que un actor interpretando al general fuera visto en algún lugar alejado del Canal de la Mancha, les haría suponer que un ataque sobre dicha zona no sería inminente.

Esto brindaría a los aliados un tiempo muy valioso y debilitaría temporalmente las defensas enemigas. Con este fin nacería la Operación Copperhead. Simultáneamente, la información “contaminada” suministrada por los agentes dobles controlados por la inteligencia británica haría creer a los alemanes que las verdaderas cabezas de desembarco podrían producirse en otros puntos de Europa; como el sur de Francia, Dinamarca o Noruega.
El casting para encontrar un doble de Monty no fue sencillo. Mander, el actor de Cinco tumbas al Cairo, resultó ser más alto que el verdadero general, un rasgo difícil de ocultar. El segundo candidato quedaría descartado tras fracturarse la pierna en un accidente automovilístico. Estando a punto de darse por vencidos, dieron a parar en una oficina de pagos a la soldadesca con un teniente australiano llamado Meyrick Clifton James, con quien se quedaron para interpretar a Monty.

Emplear a James como doble de Monty plantearía una serie de problemas: no era un gran actor; le faltaba un dedo, que tuvo que ser corregido con una prótesis de plástico; y además bebía y fumaba, lo que contrastaba con el carácter abstemio y no fumador del general. Mientras adecuaba sus costumbres, James fue destinado al estado mayor de Montgomery bajo credenciales falsas de ser periodista, con el objetivo de que observara y adoptara sus rasgos característicos.
El “escenario” escogido para realizar el engaño sería Gibraltar, difundiéndose el rumor de que el general se encontraba de camino al norte de África, donde se discutirían los planes de una invasión en el sur de Francia. El Peñón había estado bajo vigilancia alemana a lo largo de la guerra y los servicios de inteligencia eran conocedores de que un oficial español, el comandante Ignacio Molina Pérez, suministraba información a los alemanes. Si este les comunicaba que Montgomery había sido visto en la colonia, la artimaña habría funcionado, a la par que daría a las autoridades británicas una prueba concluyente del espionaje de Molina y permitiría expulsarle de Gibraltar.
El 25 de mayo de 1944 “Montgomery” fue visto acudiendo a la sede del gobierno local y desayunando con el gobernador, para a continuación tomar un vuelo que le llevaría a su conferencia en Argel sobre la invasión. Molina fue testigo de la visita del general, y no tardó en informar a los alemanes, quienes sopesaron que en el sur de Francia pudieran producirse operaciones adicionales al desembarco principal. También creyeron que mientras Montgomery se encontrase en el norte de África, sería improbable que una operación de gran escala ocurriera en el Canal de la Mancha.
En la madrugada del día 6 de junio se producían los asaltos aerotransportados y desembarcos navales que darían inicio a la batalla de Normandía. El primer paso hacia la liberación de Europa occidental marcaría el comienzo del fin del Tercer Reich. Para desgracia de los alemanes, el Día D llegaría antes de lo esperado, y en la zona que los aliados habían ocultado como su verdadero objetivo. Molina tampoco fue mucho más afortunado, siendo declarado persona non grata y vetándosele de manera permanente el acceso a Gibraltar.
Por su desempeño en la campaña de Normandía, el “auténtico” general Montgomery fue ascendido a mariscal de campo, el rango más elevado en el ejército británico. Durante el tiempo que James estuvo en su piel, el intérprete percibió como sueldo el equivalente al que el general tenía. En 1954 publicaría su experiencia en la obra I was Monty´s double, la cual tendría una adaptación cinematográfica en la que el propio James actuaría encarnando a Montgomery y a sí mismo.

