Un minuto de Catalina de Aragón

1485-1536

Es considerada la primera embajadora de España y del mundo. En 1507 Catalina fue designada embajadora en Inglaterra por los Reyes Católicos, y dos años mas tarde contraería nupcias con Enrique VIII, convirtiéndose a su vez en reina consorte inglesa. 

Catalina fue una hábil diplomática que estableció buenas relaciones entre España e Inglaterra, aliadas por tener a Francia como enemigo común. La alianza anglo-española se fracturó a la par que el rey Enrique hizo caer a su esposa en desgracia.

Hija menor de los Reyes Católicos, Catalina recibió una educación excepcional propiciada por su madre, quien quería preparar a sus hijas para ser futuras reinas y las mejores embajadoras de España.

Fernando el Católico formalizaría el futuro casamiento de su hija con Arturo, Príncipe de Gales, a través de Enrique VII. En noviembre de 1501 se formaliza la unión. Sin embargo, nunca se llegó a consumar, pues la frágil salud del Príncipe le hizo fallecer al poco tiempo. Esto la dejó en la posición de Viuda de Gales, y al no haber dado un heredero, en una situación difícil.

La muerte de Catalina de Aragón

Sin embargo, Fernando el Católico necesitaba una alianza frente a Francia, por lo que la comprometió con el hijo menor (de 11 años de edad en ese momento) de los Reyes ingleses (el futuro Enrique VIII).

Muerto Enrique VII, se desposó con su hijo, y ambos fueron coronados Reyes de Inglaterra. Al inicio de su matrimonio fueron muy felices, dándole incluso un heredero varón, quien desgraciadamente murió antes de los dos meses. Pese a ello, Catalina fue la mejor y más cercana consejera del Rey.

Gracias a su parentesco con Carlos V y su cercanía con Enrique VIII, en 1520 llevó a cabo una entrevista íntima y privada con ambos, negociándose entonces una alianza más estrecha entre ambas Coronas; prometiendo a Carlos con María Tudor, su hija de entonces 4 años.

Dos años más tarde y a través del Tratado de Windsor se afianzaba tal promesa, debiendo esperar 6 años para las nupcias. Sin embargo, Carlos V se casó con Isabel de Portugal en 1526, y las desgracias comenzaron a ir en cascada para Catalina.

Debido a su diferencia de edad (6 años, además de la reciente costumbre del rey de fijarse en doncellas más jóvenes, entre ellas, Ana Bolena), la pérdida de su primer hijo, los augurios de no tener más hijos, y que su matrimonio era contrario a las leyes divinas (no desposarás a la viuda de tu hermano), le hicieron pedir la nulidad.

Fue una tediosa y larga batalla, donde Catalina encontró el apoyo de su sobrino Carlos V y otras personalidades importantes, además de abogar por una religión más pura. Además, era consciente de su popularidad entre el pueblo inglés.

El Papa finalmente sentenció a favor de Catalina, y Enrique VIII decidió entonces arrebatar del Parlamento inglés el Acta de Supremacía de la Corona: así nacía la Iglesia Anglicana. Supuso el nacionalismo triunfante incluso en lo religioso, el dominio de la arbitrariedad cuya exigencia de obediencia absoluta le habilitó a guillotinar a quienes eran contrarios al Rey

Catalina murió a los cincuenta años, recluida y fuertemente vigilada en el castillo de Kimbolton, despojada del tratamiento regio que merecía, pero sin perder jamás el valor y firmeza con que defendía sus derechos y los de su hija, además de siempre apostar por una Inglaterra libre

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